Vacía el sistema del gas restante para hacer una carga completa.
Conecta la manguera de servicio en la botella de gas para refrigeradores y la manguera azul en el compresor.
Purga la manguera de servicio, es decir, dejando escapar una pequeña cantidad de refrigerante.
Abre la llave de la manguera azul para que entre todo el gas refrigerante (cuando la aguja señale el final de los psi, es decir, libras por pulgada cuadrada).
Cierra la llave de la manguera azul y enciende el frigorífico. De esta forma, la aguja de presión de gas retrocederá a 0 psi).
Vuelve a abrir la llave de la manguera azul por intervalos de 20 segundos aproximadamente.
Cuando la presión de gas se sitúe entre 6 y 12 psi, la nevera ya estará calibrada y cargada de gas.
A medida que enfríe el frigorífico, la presión se reducirá gradualmente.
Cierra la llave y desconecta la manguera azul.
Desconecta la manguera de servicio y el adaptador de la botella de gas para refrigeradores, dejando encendido el frigorífico.
Finalmente, comprueba con un amperímetro que la presión de gas se sitúa en los parámetros indicados por el fabricante de la nevera.
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